Para abrir este
segmento, quiero hacerlo con la increíble e inigualable Jane Austen (mi
escritora preferida). Acá quiero adentrarme en su biografía, hablar un poco de su vida personal y el tipo
de persona que fue (bah, lo que podemos descifrar de las letras que dejó
atrás y lo que decían aquellos cercanos a ella). Esta mujer es una verdadera
inspiración y de las escritoras más importantes de todos los tiempos (ya sé suena
dramático pero no tiene una gota de mentira).
Jane Austen
vivió en la época gregoriana, período de la industrialización donde las distintas
clases sociales fueron cambiando ya que aparece una nueva forma de riqueza. La
revolución agraria tuvo como consecuencia el crecimiento de la población inglesa y con esto empezó el famoso
éxodo del campo a la ciudad (¿soy la única teniendo flashbacks de las clases de historia del liceo?). A parte de esto también estaban las guerras
napoleónicas, que fueron de 1804 a 1815, que dieron más lugares en el
ejército que había crecido con la expansión del colonialismo (¿hermosos tiempos, no? Para ser un hombre europeo blanco, digo). La época gregoriana fue más que nada un
período de cambios sociales: se construyeron orfanatos, hospitales, surgieron
las escuelas dominicales, se hicieron campañas de abolición de la esclavitud,
se reformaron las prisiones, entre otras cosas.
En cuanto a
literatura, resurgió la novela que trajo a primer plano la discusión de si era un género
literario de calidad o no (tiempos de locos, tiempos de locos). Según Ian Watt esto se dio por el crecimiento de
la clase media que no se educó leyendo los clásicos y a los que tampoco les importaba
los temas que se trataban en estos; también influenció que la imprenta hiciera
más accesible conseguir libros a las clases con menos recursos. Más de la mitad
de los escritores de novelas eran mujeres que a gracias a la escritura lograban
independizarse económicamente (realmente fascinante). Pero, como ya sabemos, no todo lo que brilla es oro y a pesar de que era algo positivo, también es
cierto que la calidad de muchas de las novelas no era muy buena (y con «calidad» hablamos de que estaban llenas
de clichés que venían de la novela gótica).
La educación de
los niños se daba en las escuelas dominicales o, en el caso de los ricachones, por una institutriz y tutores (ah, y también era común mandar a
los niños varones irse a vivir con sus tutores). Existían algunas (me aclaro la garganta teatralmente) «escuelas para damas»
pero (eran un asco) no tenían «buena reputación» porque la educación no era buena (ja, eso es quedarse cortos, eran un desastre esas «escuelas». Si les interesa el tema y en vez de leer un libro de historia optan por un clásico, les recomiendo leer Jane Eyre de Charlotte Brontë que trata el tema). En el Emilio
de Rousseau él aseguraba que todos los males de la época se originaban en
la sociedad y para cambiarlo había que transformar al hombre a través de la
educación (y para sorpresa de nadie) la mujer quedaba excluida de esto. Es más, cuando se la menciona, se dice que la mujer debe obedecer a su esposo y ser educada (otra vez me aclaro la garganta teatralmente) para «cumplir con sus deberes de esposa y madre» (sorpresa, sorpresa). Habían unos
cuantos tratados de conducta para mujeres en la vuelta (oh, sí, señor), enseñando doctrinas
morales y enfocando la educación a aspectos domésticos, religiosos y a los
«talentos»; alejándola a como diera lugar de conocimientos que provocarían que
la mujer fuese «poco deseable ante los ojos de los hombres» (che, lo más loco es que algunas de estas pelotudeces se mantienen hasta el día de hoy... media pila, ¿no? Digo, no es como si hubieran pasado 100 años ni nada por el estilo). Estos «talentos»
eran diferentes habilidades que toda mujer que buscaba marido debía poseer para
atraer su atención: leer, dibujar, cantar, escribir, coser, tocar algún
instrumento, bordar y atender la casa (y si sos de los míos y ya leíste Orgullo y Prejuicio, esto te suena conocido porque la genia de Austen puso lo que pensaba de esto en un intercambio de palabras entre Mr. Darcy y Lizzy).
Jane Austen
nació en Steventon el 16 de diciembre de 1775. Fue la séptima hija de ocho,
siendo ella y su hermana mayor, Cassandra, con la que era muy unida, las únicas mujeres. Tres de sus hermanos fueron al ejército, sí que ella sabe del tema y lo demuestra a través de sus obras. Todos en la casa leían mucho las novelas de
la época (dato curioso: ella toma el título «Orgullo y
Prejuicio» de una frase de la novela Cecilia
de Frances Burney). Jane defiende la novela como género literario de calidad,
abriendo camino a discusiones sobre la literatura en casi todas sus novelas,
pero no sin dejar de ser crítica de las «novelas de segunda categoría»,
burlándose de ellas (un muy claro ejemplo es su obra La
abadía de Northanger). A los 16 años ya había escrito un buen
número de historias, de joven escribió Juvenila, que contenía parodias de la literatura de la época, para entretener a su
familia.
Su familia
pertenecía a la burguesía agraria, que es donde sitúa a la mayoría de sus
obras. Su padre, George Austen, era párroco anglicano y tutor (probablemente
ella y su hermana recibieron educación de este, que daba clase a los pupilos
que vivían en su casa). Sus obras se caracterizan por describir a la perfección
la sociedad rural gregoriana pero no tanto los cambios políticos que estaban
pasando con la llegada de la modernidad (algo por lo que recibió algunas críticas con el paso del tiempo. Yo digo que ella eligió un un problema que tratar y lo hizo magníficamente).
Aparentemente no había sentido interés por ningún hombre hasta que conoció a Thomas
Lefroy a los 20 años, pero en una carta a su hermana le cuenta que todo había
terminado porque él no podía casarse con ella debido a motivos económicos (si
miraste la película Becoming Jane te debe doler
tanto como a mí). Tanto Jane como Cassandra nunca se casaron (aunque sus historias son algo diferentes, no difieren tanto, Cassandra estuvo
comprometida con un hombre que fue pupilo de su padre pero, y de nueva el tema monetario, como no tenían un hogar ni suficiente
plata, decidieron esperaron un tiempo para que él pudiera hacer un
poco de dinero, lamentablemente en este tiempo él muere antes de poder casarse).
Entre 1795 y
1799 empezó a escribir los primeros borradores de Sentido y Sensibilidad, Orgullo
y Prejuicio y La abadía de Northanger;
probablemente también escribió Lady Susan
por esa época. En 1797 su padre trató de publicar Orgullo y Prejuicio (que era la preferida de la familia) pero fue
rechazada por el editor (ja, pobre abombado, lo que se habrá arrepentido después del éxito de la obra).
En 1803 con el
seudónimo de «Mrs. Ashton Dennis» vendió La
abadía de Northanger por 10 libras a la editorial Richard Crosby and Son, sin embargo, la obra no se publicó hasta 14 años más tarde (¡¿QUÉ!?).
En enero de 1805 muere su padre, dejándolas a ella, su hermana y madre en una
muy mala posición económica. Ellas dependían económicamente de sus hermanos y
la pequeña cantidad que su hermana mayor había heredado de su difunto
prometido. En 1809 se trasladan a Chawton - Hampshire donde su hermano Edward
podía darles un lugar para vivir en una casa dentro de una de sus propiedades.
Sentido y Sensibilidad fue aceptada por una editorial entre
1810 y 1811 y fue publicada anónimamente bajo la autoría de «By a Lady».
Recibió 140 libras esterlinas por ella y obtuvo críticas favorables. Con el
éxito publicó Orgullo y Prejuicio,
que vendió en noviembre de 1812 y se publicó en enero de 1813. Con eso, su identidad
empieza a difundirse; James Austen-Leigh contó de la puerta chirriante que
Jane no quiso arreglar porque le avisaba de la llegada de quien la fuera a visitar,
entonces le daba el tiempo suficiente para guardar el manuscrito en el que
estuviera trabajando antes de que entraran, ella realmente no quería que nadie más aparte
de su familia cercana supiera que era escritora. En mayo de 1814 se publica Mansfield Park, todos los ejemplares se
vendieron en 6 meses.
Ella creía fervientemente que
toda la educación que los niños necesitaban venía de unos padres ejemplares, como lo expresa a través de Elisabeth en Orgullo
y Prejuicio: «No tenemos institutriz, todo lo hacemos por nosotros mismos».
Pese a su supuesto «aislamiento literario» estaba al tanto de las tendencias, cosa que queda clara en sus obras, sobre todo a los temas relacionados con la mujer y su
rol. Ninguna de sus heroínas estaba interesada en esos «talentos» que debían
poseer las mujeres, ella defendía la educación liberal de la mujer, asegurando que
nada tenían que hacer estos «talentos» ya que para ella la falta de sensatez a
nadie servía y solo llevaba a la mujer a la ruina (lo que les decía que aparece claro en Orgullo y Prejuicio).
Comenzó
Persuasión en agosto de 1815 y en diciembre del mismo año publicó Emma. Al año siguiente publicó otra
edición de Mansfield Park que no tuvo
el éxito de sus obras anteriores y le hizo perder casi todo lo que había ganado
con Emma. Entonces su salud empieza a
deteriorarse, ella le confiesa a su sobrina que habría preferido «escribir menos y
leer más», convence a su familia de no llevar sus primeros trabajos a una
editorial y se propone mejorar su escritura. A principios de 1817 comienza Sanditon pero tiene que abandonarla por su
deteriorada salud (lo que habría sido esa novela, leí lo poco que llegó a escribir y la curiosidad no me dejó dormir por días).
La llevan a
Winchester para recibir tratamiento, allí fallece a los 41 años el 18 de julio
de 1817. Sus últimas palabras fueron: «No quiero más nada que la muerte». En
aquellos tiempos no se sabía, pero se cree que la causa de su muerte fue la
enfermedad de Addison. En su testamento le deja todo a su hermana. Sus restos están enterrados en la Catedral de Winchester.
Persuasión y La
abadía de Northanger se publicaron a finales de 1817 en una edición
combinada de 4 volúmenes. Como con sus demás novelas, su nombre no fue
revelado, solo se menciona que es la misma autora de las obras anteriores. En
su epitafio no se menciona que fuera la escritora de las novelas; pero en 1872,
después de que James Edward Austen-Leight publicara sus «Memorias», se añade
una placa donde revela que era escritora, se lee: «She opened her mouth with
wisdom and in her tongue is the law of kindness», «Abrió su boca con sabiduría
y en su lengua reside la ley de la bondad».
El único
retrato que se considera auténtico es un dibujo que aparece en las «Memorias»
que es una reinterpretación de un dibujo hecho por su hermana; este se puede
encontrar en la National Gallery de Londres. Así mismo, en la British Library
se puede encontrar una libreta, regalo de su padre, donde escribió sus primeras
historias; allí también están los primeros manuscritos de los últimos 2
capítulos que decidió no usar de Persuasión y un escritorio de madera. Hay 2 museos dedicados a ella: el
Jane Austen Centre en Bath, un museo público en una casa gregoriana en
Gay Street cerca de donde vivió durante 1805, y el Jane Auste’s House Museum en la
casa de Chawton en Hampshire donde vivió de 1809 a 1817.
Como con todo,
hay quienes la admiran y quienes no. Hay quienes piensan, como Marilyn Butler,
que sus novelas solo perpetuaban las construcciones sociales que sujetaban a
la mujer al matrimonio ya que sus heroínas por lo general encontraban la felicidad y
subían de escalafón social al casarse con el radiante caballero adinerado; (como mencioné antes) también se la critica por no hablar de la situación de la sociedad del momento, en cuanto a sirvientes, esclavos, etc., aunque el tema de la esclavitud
aparece en Mansfield Park. También
hay quienes piensan lo opuesto, como Sandra Gilbert y Susan Gubar en su obra La loca del ático, ya que los personajes
principales de dichas novelas hacían lo opuesto, defendiendo una buena y justa educación
para la mujer (¿en dónde se paran ustedes? Yo creo que era una mujer del 1800 muy avanzada en cuanto a perspectivas, ella creía que la mujer merecía más de lo que tenía y no lo ocultaba, el romance en sus novelas no lo hace menos cierto. Nadie me va a hacer creer que Lizzy es menos fuerte una vez acepta casarse con Darcy, porque no tiene sentido).
Con Jane surge
un nuevo estilo de novela. En sus obras se tratan historias cotidianas del día
a día de la época, es una narración sencilla que te mantiene impaciente por saber lo
que va a pasar en el próximo capítulo, son personajes e historias eternas que a
pesar de llevarse a cabo en otro siglo, es fácil ver alguno de esos sucesos y
personajes en el presente. Son historias dirigidas por sus personajes entrañables. Hay belleza en su sencillez, y la manera en que
juega con la ironía siendo sutil pero imposible de ignorar, es fantástico.
Se le pueden
criticar muchas cosas, pero no hay duda de que Jane Austen es una de las
escritoras más importantes, no solo por su posición en cuanto a la educación y
el rol de la mujer, sino que también por su escritura. Hay una película que mencioné antes: Becoming Jane, no es
100% verídico (digo, es una película, tenían que contar una buena historia
interesante y atrapante que vendiera), pero es muy buena si te interesa Jane,
y, bueno, es una buena película para llorar un rato :) ¡Se las recomiendo! Y
ustedes, ¿qué piensan de Jane? Déjenmelo saber en los comentarios, ¡hasta la próxima!