NUMB - Jane Doe

Jane Doe

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¡Bienvenidos! Les explico un poco de qué va el blog: «Diario de una Jane Doe» es el espacio que encontré para dejar salir todo eso que me gusta o lo que no, lo que me molesta o lastima, y lo que amo, los invito a hacer lo mismo en los comentarios. En «Rincón Literario» encontrarán «Recomendaciones» donde recomiendo libros, «Hablemos de…» que es un espacio para charlar sobre temas relacionados a la literatura incluyendo noticias sobre el mundo literario, en «Libro del mes» podemos charlar sobre un libro específico elegido para ese mes; «Conociendo autores» es un lugar para hacer eso exactamente, conocer un poco de los grandes autores detrás de las letras. Bajo el título «De Tinta y Papel» voy a subir unos relatos/cuentos/historias cortas que escribo. Por último, en «Rincón de entretenimiento» tenemos, por un lado, «Series de TV» donde podemos recomendar y hablar de series, y en «K-dramas» hacemos lo mismo que con series pero esta vez de dramas coreanos :) Espero que se queden, ¡y que empiece el viaje!

domingo, 7 de abril de 2019

NUMB










Querido entumecimiento,

«Numb». Curiosa palabra del inglés. Algunos la traducen como: entumecido, adormecido, paralizado… pero no me parece que ninguna de esas tres encierre su significado, sino, más bien, que juntas hacen su significado.

Siento que esa palabra encierra mi existencia.

Vivir a medias no es vivir, dirían algunos. Y tienen razón. Estar medio vivo no es estar vivo, porque también estás medio muerto. Un pie en el sueño y otro en la realidad. Medio dormido, medio despierto. ¿Zombie?

Estar vivo es complicado. Ser humano es complicado.

Hay una expresión que me encanta repetir: «Puta vida». Es graciosa… a medias. Porque cuando te ponés a pensar, es triste la realidad que encierra.

El otro día estaba pensando y tuve una epifanía. Estaba escuchando una de mis bandas preferidas PVRIS cuando saltó su canción Half, me golpeó la realidad al darme cuenta lo mucho que me identificaba con algunas líneas de la letra. Pero hasta Lynn tiene más suerte que yo… ella sí llega a sentir intensamente.

Ahora que lo pienso, en realidad tuve dos epifanías seguidas. Porque también me di cuenta de lo mucho que odio estar así, viviendo a medias. Un buen comienzo al menos.

Descubrí que la gran mayoría de los días (por no decir todos) lo único que siento es empatía (por muy pocos seres humanos, la mayoría de las veces por animales) y pena (de mí misma y hacia otras personas). Sentimientos de mierda, si me preguntan.

Me puse a pensar, yendo en reversa hasta la última vez que me sentí verdaderamente feliz. Tuve que irme como seis años atrás, a aquellas dos veces en mis «dulces 16». Uno en el concierto de 1D y el otro en mi viaje de 15. Y no solo sentí infinita felicidad, sino que infinita libertad también.

Pero fueron las únicas veces en toda mi vida.

Hay días que logro sentirme contenta, tengo que agradecer que al menos lo siento una vez a la semana (cuando mucho). Claro que también siento amor por mi gente, pero el amor es como un eco allá en el fondo de mi ser, resonando en mis huesos; no es que me golpee su intensidad, me mueva el piso y me llene de adrenalina.

Anduve por varios caminos para tratar de sentir cosas. Ninguno me llevó a donde quería llegar.

Estoy constantemente queriendo más, sentir más, vivir más, experimentar más, pero, o no hago nada o me voy por la ruta de los químicos (en mi caso el alcohol), esperando que me ayude a sentir algo, lo que sea. Pero todo lo que eso trae es más entumecimiento, adormecimiento y al final vuelvo al principio, al estado de «parálisis emocional» (y si no existía eso, ahora sí XD). Ja, una zombie emocional, eso es lo que soy.

Amargo entumecimiento, si tenés la receta para tu propia existencia por favor pasámela.



Atte., Jane

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