Atención no deseada - Jane Doe

Jane Doe

Jane Doe
¡Bienvenidos! Les explico un poco de qué va el blog: «Diario de una Jane Doe» es el espacio que encontré para dejar salir todo eso que me gusta o lo que no, lo que me molesta o lastima, y lo que amo, los invito a hacer lo mismo en los comentarios. En «Rincón Literario» encontrarán «Recomendaciones» donde recomiendo libros, «Hablemos de…» que es un espacio para charlar sobre temas relacionados a la literatura incluyendo noticias sobre el mundo literario, en «Libro del mes» podemos charlar sobre un libro específico elegido para ese mes; «Conociendo autores» es un lugar para hacer eso exactamente, conocer un poco de los grandes autores detrás de las letras. Bajo el título «De Tinta y Papel» voy a subir unos relatos/cuentos/historias cortas que escribo. Por último, en «Rincón de entretenimiento» tenemos, por un lado, «Series de TV» donde podemos recomendar y hablar de series, y en «K-dramas» hacemos lo mismo que con series pero esta vez de dramas coreanos :) Espero que se queden, ¡y que empiece el viaje!

domingo, 14 de abril de 2019

Atención no deseada







Querida jodida sociedad,

No entiendo cómo la clara línea entre grosero y halagador se desdibuja. Es bastante clara, hasta para el más imbécil de los seres humanos. Es más, estoy segura de que no es un acto inocente (como muchos aseguran), sino lo contrario, lo hacen con la intención de molestar, de lastimar, para así, de alguna manera (que todavía me cuesta entender), sentirse mejor consigo mismos.

De verdad, sigo sin entender cómo gritarle una grosería a una mujer por la calle la haría sentir mejor, no tiene pies ni cabeza. ¿Tenemos cara de andar pidiendo groserías? ¿Tenemos cara de que nos hacen bien tus comentarios asquerosos? Porque te tengo una noticia de último momento: NO LOS NECESITAMOS Y TAMPOCO LOS QUEREMOS.

«¿Tan linda y tan solita? ¿Te dejaron salir sola a esta hora? Lindo culo.» Y esos son solo los más leves que escuché, eso no es nada.

Ah, pero sí, no tenés idea de lo bien que me hace sentir que me cosifiquen… no tenés idea de lo insignificante, impotente, incómoda, repugnada y enferma que tus «inocentes» comentarios me hacen sentir.

El acoso no es piropo.

Y después están las miradas… agh, esas asquerosas miradas lascivas. Y no importa una mierda lo que estés usando, esas miradas y comentarios los vas a tener de igual manera sin importar la hora del día. Y más cuando vas caminando sola, porque es el único momento en que un cobarde asqueroso se anima a hablarle a una mujer.

Tus «piropos» no son piropos en lo más mínimo. Dejá de mentir y ser tan hipócrita, cagón. Lo hacés para sentirte mejor con vos mismo, no para hacerla sentir mejor. Porque ninguna mujer necesita de tus acciones o pablaras sucias para sentirse validada o sexy o importante. Eso te lo aseguro.

La próxima vez que le vuelvas a hablar así a una mujer, tratá de ponerse en sus zapatos. Solo por un día cómo me gustaría que los roles se invirtieran, un mísero día… y no aguantarían ni medio.

NO SIGNIFICA NO.

Esa porquería de «las mujeres cuando dicen “no” en realidad quieren decir “sí”» es pura mierda inventada por hombres y que muchas mujeres todavía sostienen como ciertas. Pero cuando alguien te dice no, entonces significa eso, no. Sinceramente no me parece una palabra tan complicada de entender, hasta para el tipo con menos luces del planeta. Te recomiendo un diccionario, y si seguís teniendo problemas, ronces volvé al jardín de niños.


No quiero tus «piropos».

No quiero tus manos en mi cuerpo.

No quiero que continúes cuando claramente te dije que no siguieras.

No quiero que sigas insistiendo cuando ya dije que no quería.

No quiero que me trates como otro objeto cuando soy un ser humano como vos; solo que en donde vos deberías tener las pelotas, yo tengo una vagina.


¿Es demasiado pedir respeto mutuo?

Simplemente creo que es demasiado injusto que cada vez que salgo de la casa, tengo que andarme cuidando y cruzando de vereda cada vez que veo un grupo de tipos. ¿En qué sociedad estamos viviendo? Dónde tengo miedo de salir a la calle. Dónde tengo miedo de salir maquillada o vestida como me da la reverenda gana. Dónde mi cuerpo es un objeto de placer para otros y nos simplemente mi cuerpo.

Me acuerdo clarito de la primera vez que sufrí acoso callejero. Fue a los 12 años, era una niña y ellos un grupo de chicos maduros. Repugnante.

¿Cuán enfermo es vivir en una sociedad donde no haya una mujer que no haya sufrido esto?

Y todo eso de «hablar cuando alguien te grita por la calle y decirle lo mucho que te molesta» está genial en la teoría, pero en la práctica no tanto. ¿Qué por qué no le respondo que se vaya a la mierda (delicadamente, claro está, porque soy toda una dama, nótese el sarcasmo)? Simple, por miedo de las consecuencias. Capaz si vas con una amiga sí te animás a decirle que se meta su «piropo» por el orto, pero sola… sola es otra cosa.

Me volvió a pasar el otro día esto y necesitaba sacármelo del pecho.

Y no se olviden, genios: no significa no. Y tus «piropos» no me halagan.




Atte., Jane

No hay comentarios.:

Gracias por dejar tu opinión :)