Pérdida - Jane Doe

Jane Doe

Jane Doe
¡Bienvenidos! Les explico un poco de qué va el blog: «Diario de una Jane Doe» es el espacio que encontré para dejar salir todo eso que me gusta o lo que no, lo que me molesta o lastima, y lo que amo, los invito a hacer lo mismo en los comentarios. En «Rincón Literario» encontrarán «Recomendaciones» donde recomiendo libros, «Hablemos de…» que es un espacio para charlar sobre temas relacionados a la literatura incluyendo noticias sobre el mundo literario, en «Libro del mes» podemos charlar sobre un libro específico elegido para ese mes; «Conociendo autores» es un lugar para hacer eso exactamente, conocer un poco de los grandes autores detrás de las letras. Bajo el título «De Tinta y Papel» voy a subir unos relatos/cuentos/historias cortas que escribo. Por último, en «Rincón de entretenimiento» tenemos, por un lado, «Series de TV» donde podemos recomendar y hablar de series, y en «K-dramas» hacemos lo mismo que con series pero esta vez de dramas coreanos :) Espero que se queden, ¡y que empiece el viaje!

domingo, 31 de marzo de 2019

Pérdida









Querido apego,

No sé vos, pero cuando pierdo algo en mi cabeza pasa algo como esto:

1- Sorpresa. ¡Lo perdí! ¡Carajos!

2- Negación. Nah, lo debí haber dejado allá. No puede estar perdido.

3- Negación a la negación. Mierda. Es IMPOSIBLE que lo haya dejado allá si medio segundo atrás lo tenía conmigo.

4- Pánico. ¿¡Qué carajos hago ahora?! ¿¡Cómo lo pude haber perdido?! ¿¡Cómo pude ser tan descuidada?! Soy estúpida. ¡Fue un regalo! ¡Salió caro y tiene valor sentimental! Me muero. Me matan. ¡No puedo decirle que perdí su regalo!

5- Intento de racionalidad. Ok, está bien, está bien. Es solo un objeto, caro sí, y con bruto valor sentimental, también; pero, al fin y al cabo, no es más que un objeto. Hay peores cosas pasando en el mundo en este momento, no puedo complicarme por esto.

6- Enojo. Sí, podrán haber mil millones de cosas horribles pasando en el mundo, ¡pero en mi vida esto es una cagada! ¿Cómo pude ser tan descuidada? Perdería la cabeza de no tenerla conectada al resto del cuerpo. Ese objeto me llevaba a aquellos momentos, sensaciones, emociones, lugares. Y lo perdí. Por descuido mío lo perdí. No hay vuelta atrás.

7- Esperanza. ¡Esperá, esperá! Podría volver en mis pasos y buscarlo. Sí, son chances de 1 en 1 millón, ¡pero vale la pena! Ok, tranquila y a buscarlo.

8- Decepción. No lo encontré. Hice todo lo que podía pero no lo pude recuperar. Ya lo perdí y tengo que aceptarlo.

9- Aceptación. Fue lindo mientras duró. Todo lo bueno llega a su fin. Me quedan los buenos recuerdos que me deja, incluso a pesar del vacío de su pérdida.


A veces pasa que llorás un poco por frustración y/o enojo. Te enojas con el mundo y con vos misma. Pero no hay cómo volver el tiempo atrás. Bueno, la única manera de hacerlo es a través de los recuerdos, que al fin y al cabo, es lo más preciado que nos deja la pérdida, y vale mucho más que cualquier objeto.

Pensándolo ahora estoy segura de que esto se puede aplicar tanto a objetos como a personas… Ah, la dualidad de las cosas.

Yo perdí un anillo. No, un anillo, no. El anillo. Mi preferido, el más lindo, el que me regaló mi abuela de 15 años. Objeto material o no, me acompañó en toneladas de momentos vergonzosos de mi vida (como las incontables caídas en la calle), así como momentos irrepetibles por lo increíbles (como el concierto de 1D. El mejor día de mi vida). Creo que al final todo se resume a: disfrutá las cosas que tenés en el presente y cuidalas con tu vida, porque nunca sabés si van a acompañarte al día siguiente.

Y sí, cómo no, para esta sensación de eco y vacío tengo una canción: Sadderdaze de The Neighbourhood.





Atte., Jane.



P.D.: Al final resulta que encontré el anillo… Jeje. Igual creo que el propósito de todo esto no se pierde.

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